Si algo malo tuvo el año
que acaba, no permitamos que para el recuerdo lo sea. Que en nuestra
memoria queden sólo las cosas buenas, aquellas que nos hacen felices y no las
que hacen daño. Demos las gracias sin resentimiento al año que acaba. Demos las
gracias porque, mejor o peor, hemos vivido. Digámosle adiós al 2015
como parte de nuestro pasado. Deseemos dejarle parte de nuestros problemas
y arrastrar al 2016 solamente los momentos bonitos. Y soñemos con todo un año
para ser felices, para que desaparezcan las penas con la música de
nuestras risas.
Despidamos con alegría el Año
Viejo, recibamos con alegría el Año Nuevo.
Adiós
2015 ¡!! F E L I Z 2016 ¡!!